TEXTOS


CLASE 1


Discursos de Benito Mussolini. 1933-1932


CLASE 2 - El Triunfo de la Voluntad


DISCURSO A LAS RAD DE ADOLF HITLER EN EL SEXTO DÍA DEL PARTIDO.
NÚREMBERG. Septiembre de 1934.
Mis Hombres del Servicio Obrero. Por primera vez sois presentados para la revista en este foro ante mí y ante el pueblo alemán.  Ustedes representan una gran idea y sabemos que para millones de nuestros compatriotas camaradas el trabajo físico no será más una noción separadora.  Sino que, en lugar de eso, nos aglutinará y, además no por mucho se dará en Alemania que ese trabajo físico sea considerado inferior a cualquier otro trabajo.
La nación entera pasa a través de vuestra escuela.  Llegará el tiempo en que ningún alemán puede ser admitido en la comunidad del pueblo hasta que primero se haya hecho miembro de vuestro grupo.
Y sabéis que hoy no sólo tienen la vista puesta en vosotros los miles que hay en Núremberg sino toda Alemania que también fija la vista en vosotros aquí hoy, por primera vez.  Y sé que realmente prestáis servicio a esta Alemania con orgullo
Toda Alemania hoy verá en vosotros a sus hijos ¡Marchando con orgullosa alegría!


DISCURSO FINAL DE ADOLF HITLER EN EL SEXTO DÍA DEL PARTIDO.
NÚREMBERG.  Septiembre de 1934.
El sexto día del partido del movimiento está llegando a su fin lo que para millones de alemanes fuera de nuestras filas apareció como una muestra de fortaleza política, para cientos de miles de luchadores fue, a la postre más, la gran reunión personal y espiritual de veteranos luchadores y camaradas en lucha y, quizá, para parte de vosotros desafiados por el impulso cortes de esta revista a muestro partido retornaran con embravecidos corazones a los días en los que fue difícil ser nacionalsocialista.
Cuando nuestro partido lo componían únicamente siete miembros ya tenía dos principios. Primero, sería un partido con una verdadera ideología y segundo, seria intransigentemente el primer y único poder en Alemania. Tuvimos que permanecer en la minoría ya que movilizamos los elementos más valiosos de lucha y sacrificio en la nación que siempre no han estado en la mayoría, sino más bien en la minoría. Y como estos son los racialmente mejores de la nación alemana pueden en la más alta autoestima reclamar el liderazgo del pueblo y el imperio. El pueblo alemán supeditándose a si mismo a este liderazgo en creciente número.
El pueblo alemán es feliz sabiendo que una visión constantemente variable ha sido remplazado por una posición fija. Cualquiera que se considere portador de la mejor sangre y a sabiendas lo aprovecha para lograr el liderazgo, nunca lo abandonará. Hay siempre una parte del pueblo que sobresale como luchadores realmente activos y más se esperan de ellos que de millones de compatriotas camaradas de la población en general, para ellos no es simplemente suficiente poner la promesa: “Yo creo”, sino más bien la aseveración “Yo lucho”.
En el porvenir el partido será la fuente del liderazgo político para el pueblo alemán. Lo adoctrinará y, a la postre, organizara duro como el acero. Moldeable en sus estrategias y adaptable en su totalidad. Sera una escuela, como una orden santa hermandad para líderes políticos. Debe resaltarse, sin embargo que todos los alemanes honrados se convierten en Nacionalsocialistas, solo los mejores Nacionalsocialistas sin embargo, son Camaradas del Partido.
Una vez, nuestros enemigos nos inquietaron y persiguieron y, de vez en cuando, quitaron de en medio los elementos inferiores del movimiento por nosotros. Hoy debemos examinarnos y extirpar de entre nosotras filas los elementos que se han transformado en dañinos que por consiguiente, no tienen sitio  con nosotros. Es nuestro deseo y nuestra voluntad que este estado y este imperio duren por mil años. Podemos estar felices de saber que este futuro nos pertenece enteramente.
Cuando los mayores entre nosotros vacilen, la juventud se pondrá firme y se mantendrá hasta que sus cuerpos se corrompan. Solo luego, si nosotros en el partido con nuestra más dócil diligencia llegamos a ser la más alta encarnación del pensamiento nacionalsocialista entonces el partido se materializará como un eterno e indestructible pilar del pueblo alemán y del imperio. Entonces nuestro glorioso y admirable ejército veterano, orgulloso, portador del estandarte de nuestro pueblo que está igualmente dispuesto a la tradición defenderá el liderazgo político y al partido. Y entonces estas dos instituciones por igual moldearan el hombre alemán y, por ende, lo fortalecerá y cargara sobre sus hombros el estado alemán, el imperio alemán.

 A estas horas, decenas de miles de nuestros camaradas del partido están partiendo ya de la ciudad mientras muchos de ellos reviven en sus memorias la concentración a pesar de todo otros ya planean la siguiente revista. Y otra vez el pueblo vendrá y acudirá y se fascinara nuevamente y dichoso y se motivara, por la idea y el movimiento se alimentara dentro de nuestro pueblo. Y con el movimiento ¡Está el símbolo de la eternidad!
¡Larga vida al movimiento Nacionalsocialista!
¡Larga vida a Alemania!




CLASE 3 - Shoah y las ratas.

Extracto de las Leyes de Núrenberg. Aprobadas por Hitler en 1935
LEY PARA LA PROTECCIÓN DE LA SANGRE Y EL HONOR ALEMANES 
DEL 15 DE SEPTIEMBRE DE 1935
Imbuidos de la conciencia de que la pureza de la sangre alemana constituye la condición imprescindible para la continuidad del pueblo alemán y animados por la voluntad indeclinable de asegurar el futuro de la nación alemana por todos los tiempos, el Reichstag ha sancionado por unanimidad la siguiente ley, que queda promulgada por la presente:

Artículo 1°
(1) Quedan prohibidos los matrimonios entre judíos y ciudadanos de sangre alemana o afín. Los matrimonios celebrados en estas condiciones son nulos aun si hubieren sido celebrados en el extranjero a fin de evitar ser alcanzados por la presente ley. .N° 100 - Fecha de edición: Berlín, 16 de septiembre de 1935 1147
(2) Únicamente el representante del ministerio público podrá elevar una demanda de nulidad.

Artículo 2°
Queda prohibido el comercio carnal extramatrimonial entre judíos y ciudadanos de sangre alemana o afín.

Artículo 3°
Los judíos no podrán emplear en su hogar a ciudadanas de sangre alemana o afín menores a los 45 años.

Artículo 4°
(1) Queda prohibido a los judíos izar la bandera del Reich o la enseña nacional como así también exhibir los colores patrios.
(2) En cambio quedan autorizados a exhibir los colores judíos. El ejercicio de esta autorización queda sometida a protección estatal.

Artículo 5°
(1) Quien infrinja la prohibición establecida en el artículo 1° será castigado con pena de presidio.
(2) Todo hombre que infrinja la prohibición establecida en el artículo 2° será castigado con pena de prisión o presidio.
(3) Quien infrinja las disposiciones de los artículos 3° o 4° será castigado con arresto en cárcel de hasta un año y/o el pago de una multa.

Artículo 6°
El Ministro del Interior sancionará, previo acuerdo del representante del Fuhrer, los reglamentos jurídicos y administrativos necesarios para hacer cumplir y complementar la ley de ciudadanía del Reich.

Artículo 7°
La ley entrará en vigor el día siguiente a su promulgación; el artículo 3 sólo entrará en vigor a partir del 1° de Enero de 1936.

Nuremberg, 15 de Septiembre de 1935, día de la Libertad.
El Fuhrer y Canciller del Reich: Adolf Hitler
El Ministro del Interior: Frick
El Ministro de Justicia: Dr. Gurtner

El representante del Fuhrer: R. Hess, Ministro del Reich sin Cartera

DECRETO POLICIAL CONCERNIENTE A LA IDENTIFICACIÓN DE LOS JUDÍOS DEL 1 SEPTIEMBRE 1941
Parágrafo I.
A los judíos (ver párrafo 5 del Primer Decreto Ejecutivo concerniente a la Ley de Ciudadanía del Reich del 14 de Noviembre de 1935) sobre la edad de seis años se les prohíbe mostrarse en público sin la Estrella Judía.
La Estrella Judía consiste el una estrella de seis puntas de tela amarilla con bordes negros, equivalente en tamaño a la palma de la mano. La inscripción debe leer "Jude".
Parágrafo II.
Se prohíbe a los judíos:
     - Abandonar su área de residencia sin portar sobre su persona el permiso escrito de la policía local.

     - Portar medallas, ornamentos u otras insignias.


EXTRACTOS DE MEIN KAMPF


Mein Kampf, segunda parte, Cap. 15
El judío, en Inglaterra, se ha vuelto pues insubordinado. ¡En consecuencia, también allí comenzará la lucha contra el peligro mundial del judaísmo!
Mein Kampf, segunda parte, Cap. 13
…Así es como el judío se ha constituido actualmente en el más grande instigador de la devastación alemana. Todo lo que leemos por doquier en el mundo en contra de Alemania procede de inspiración judía, del mismo modo que antes y durante la guerra, fue la prensa judía de la Bolsa y del marxismo la que fomentó sistemáticamente el odio contra nosotros hasta lograr que Estado tras Estado, abandonasen la neutralidad y, sacrificando el interés verdadero de los pueblos, se pusieran al servicio de la coalición bélica mundial fraguada contra Alemania.
Mein Kampf, segunda parte, Cap. 13 – narrando sobre el papel del judaismo en la derrota de Alemania durante la primera guerra mundal.
El sindicalismo en sí, no es sinónimo de “antagonismo social”; es el marxismo quien ha hecho de él un instrumento para su lucha de clases. El marxismo creó con ello el arma que emplea el judío internacional para destruir la base económica de los Estados nacionales, libres e independientes, y lograr, de este modo, la devastación de sus industrias y de su comercio nacionales, tendiendo a la postre a esclavizar pueblos autónomos para ponerlos al servicio de la finanza judía que no conoce fronteras entre los Estados.


DISCURSO DE ADOLF HITLER en abril de 1920
“Esto es lo primero que debemos exigir y que exigimos: que se dé libertad a nuestro pueblo, que se rompan estas cadenas en mil pedazos, y que Alemania sea otra vez dueña de su alma y señora de sus destinos junto a todo aquel que quiera unirse a Alemania.
El cumplimiento de esta primera exigencia dejará el camino abierio para las demás reformas… Y aquí hay algo que tal vez nos distingue de ustedes en lo que a nuestro programa se refiere a pesar de que se palpa en el ambiente: nuestra actitud hacia el problema judío.
Para nosotros, no se trata de un problema ante el que debamos hacer la vista gorda, ni creemos que deba solucionarse haciendo pequeñas concesiones. Para nosotros, se trata de saber si nuestra nación podrá recuperar su salud, si se puede erradicar el espíritu judío de una vez por todas. No se engañen pensando que se puede combatir una enfermedad sin acabar con el portador de ese mal, sin destruir el bacilo. No créais que se puede luchar contra la tuberculosis racial sin que la nación se deshaga del portador de esa tuberculosis racial. Esta contaminación judía no remitirá, ni terminará este envenenamiento de la nación, hasta que el portador del mal, el judío, sea desterrado.”


HEINRICH HIMMLER: Discours secrets. Edición de Bradley F. Smith y Agnès F. Peterson. París, Éditions Gallimard, 1978, pp. 167-168.
En este terreno, y en este círculo extremadamente reducido, me permitiré abordar una cuestión que quizá os parezca obvia, camaradas, pero que ha sido la más difícil de resolver de mi vida: la cuestión judía. Que no haya más judíos en vuestra provincia es para vosotros algo satisfactorio y evidente. Todos los alemanes -con raras excepciones- han comprendido bien que no habríamos soportado y no soportaríamos los bombardeos ni las dificultades de cuatro, quizá cinco o seis años de guerra, si esta peste que todo lo pudre estuviera aun en el cuerpo de nuestro pueblo. La frase "los judíos deben ser exterminados" contiene pocas palabras, se dice pronto, señores. Pero lo que exige de quien la pone en práctica es lo más duro y difícil que hay en el mundo. Naturalmente son judíos, no son más que judíos, es evidente; pero pensad en la cantidad de gente -incluso camaradas del partido- que han dirigido a cualquier servicio o a mi mismo la famosa petición que dice que por supuesto todos los judíos son unos puercos, salvo tal y cual que son judíos decentes a quienes no se debe hacer nada. Me atrevo a afirmar que, a juzgar por el número de esas peticiones y el número de esas opiniones en Alemania, ha habido más judíos decentes de los que existían nominalmente. Tenemos en Alemania tantos millones de individuos que tienen su famoso judío decente, que ese número es más importante que el total de judíos. Menciono esto simplemente porque habéis podido advertir en vuestras provincias que muchos nacional-socialistas respetables y decentes conocen a un judío que también es decente.

Os pido con insistencia que escuchéis simplemente lo que digo aquí en la intimidad, y que nunca habléis de ello. Se nos planteó la cuestión siguiente: "¿Qué hacemos con las mujeres y los niños?". Me decidí y también aquí encontré una solución evidente. En efecto, no me sentía con derecho a exterminar a los hombres -decid, si quereis, matarlos o hacerlos matar- y dejar crecer a los hijos, que se vengarían en nuestros hijos y nuestros descendientes. Fue preciso tomar la grave decisión de hacer desaparecer a ese pueblo de la faz de la Tierra. Para la organización que tuvo que realizar esta tarea fue la cosa más dura que había conocido. Creo poder decir que se ha realizado sin que nuestros hombres ni nuestros oficiales hayan sufrido en su corazón o en su alma." Pero ese peligro era real. La vía situada entre las dos posibilidades -endurecerse demasiado, perder el corazón y dejar de respetar la vida humana, o flojear y perder la cabeza hasta tener crisis nerviosas-, la vía entre Caribdis y Escila es desesperadamente estrecha.


Hemos entregado todos los bienes que les hemos incautado a los judíos -se trata de sumas enormes- al Ministerio de Economía. Mi punto de vista ha sido siempre el siguiente: si queremos ganar la guerra, tenemos ante nuestro pueblo y nuestra raza, ante nuestro Führer que nos ha sido concedido al fin al cabo de dos mil años, la obligación de no ser mezquinos y de ser consecuentes. No tenemos derecho a tomar un solo pfennig de los bienes confiscados a los judíos. Desde el principio he decretado que el SS que coja aunque sólo sea un marco será condenado a muerte. Estos últimos días, puedo decirlo francamente, he firmado por esta razón una docena de sentencias de muerte. Hay que mostrarse duro para que el conjunto no sufra. Me he sentido obligado a hablaros con mucha franqueza de esta cuestión y a deciros lo que os ha pasado a vosotros, que sois los más altos dignatarios, que tomáis las decisiones al más alto nivel del Partido, de ese orden político, de ese instrumento político del Führer. La cuestión de los judíos estará solucionada de aquí a final de año en los paises que hemos ocupado. Sólo quedarán los restos de población judía que hayan encontrado refugio en alguna parte. La cuestión de los judíos casados con no judíos y la de los semijudíos va a ser estudiada con razón y buen sentido: vamos a tomar una decisión y a aplicarla.


He tenido grandes dificultades con muchas instituciones económicas, podéis creerme. He limpiado grandes guettos judíos en los territorios de la retaguardia. En un guetto de Varsovia libramos combates callejeros durante un mes. ¡Un mes! Allí demolimos en torno a setecientos búnkers. Ese guetto fabricaba abrigos de piel, ropa, etc. Antes, cuando querías entrar, te decían: "¡Alto, usted entorpece la economía de guerra! ¡Alto, fábrica de armamento!". Evidentemente, esto no tiene nada que ver con nuestro camarada del partido Speer, no se puede hacer nada. Es una parte de las supuestas fábricas de armamento que el camarada Speer y yo mismo tenemos intención de depurar en las semanas y meses que vienen. Lo haremos sin ningún sentimentalismo, porque en este quinto año de guerra todo debe realizarse sin ningún sentimentalismo, pero con un gran entusiasmo por Alemania.


He terminado con la cuestión judía. Ahora estáis al corriente, y lo mantendréis en secreto. Cuando pase mucho tiempo, podremos quizá plantearnos la cuestión de si hay que decirle más al pueblo alemán. Creo que vale más que nosotros -todos nosotros- asumamos esta carga por nuestro pueblo, que asumamos la responsabilidad (la responsabilidad de un acto y no de una idea) y que nos llevemos nuestro secreto a la tumba.


NOTICIA DE EL PAÍS DEL 1 DE ABRIL DE 2014 SOBRE TREBLINKA
http://cultura.elpais.com/cultura/2014/04/01/actualidad/1396374161_002628.html



NOTICIA EN "PANORAMA" Diario venezolano.  Sobre Hitler.
http://panorama.com.ve/portal/app/push/noticia108716.php

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